En treinta años, el replanteamiento permanente por parte de Hubert de Boüard de Laforest de las prácticas o técnicas, siempre al servicio del terruño y de la tipicidad de los vinos, permitió a Château Angélus ser reconocido como uno de los exponentes más destacados de su denominación. Este reconocimiento ha sido confirmado por todas las clasificaciones sucesivas, la última de las cuales situó a Château Angélus en el rango de Premier Grand Cru Classé “A”.
Desde su origen, Château Angélus enarbola en su etiqueta una campana sobre un fondo claro evocando los momentos de oración de la plegaria epónima. Auténtico símbolo de la Casa, la campana recorre las épocas, vistiéndose de dorado, revistiendo sucesivamente su apariencia de líneas puras, barrocas o estilizadas… “La moda pasa, el estilo permanece” decía Coco Chanel… Lo mismo ocurre con la campana, testigo permanente de una gran historia familiar, que encarna una auténtica identidad real y una verdadera personalidad. Su elegancia esconde valores de tradición, modernidad y exigencia al servicio del renombre de la propiedad.
Carillon d’Angélus nació con la añada de 1987. Con el paso de los años, ha ido adquiriendo su propia identidad. Reflejo del nuevo nivel de exigencia de los equipos del dominio, es fruto de un porcentaje variable de las variedades de uva merlot, cabernet franc y cabernet sauvignon, seleccionadas en diferentes terruños de Saint Emilion. Las vinificaciones y la crianza se adaptan con precisión a su estilo. Es apreciado por la pureza de sus aromas a fruta, por sus taninos aterciopelados y su final elegante.
Fruto de la filosofía de excelencia de Château Angélus aplicada a una selección en diferentes terruños de Saint Emilion, este vino con un Merlot dominante (85 a 90 %) se elabora para ofrecer un placer inmediato desde su salida de las bodegas y se caracteriza por la fruta, la redondez y la finura. Es una versión depurada de sus ilustres parientes, que permitirá esperar el número de años necesarios para llegar a la plenitud del gran vino y de su Carillon d’Angélus. El N°3 d’Angélus goza de las mismas prácticas de cultivo que sus mayores y de las mismas atenciones en materia de vinificación. Con unos rendimientos más generosos y una crianza más corta sin aportación de madera nueva (solo barricas de uno o dos vinos), es un vino seductor y accesible que se deja beber fácilmente desde su juventud y que puede ostentar fácilmente un potencial de guarda de cinco a ocho años.
Este vino, verdadero arquetipo del Saint-Emilion, está distribuido desde siempre por la empresa de comercialización familiar.