El estilo Angélus es la combinación de una audaz composición de variedades de uva con un terruño excepcional. A lo largo de las cosechas, disfrutamos de este carácter único nacido de la pendiente sur de Saint-Emilion y de su importante proporción de Cabernet Franc. Es una composición reorquestada cada año, siempre en busca de la excelencia.
Un gran terruño es más complejo de lo que nos imaginamos. No se trata solo del suelo, la tierra, su capacidad natural de drenar, de retener la humedad (caliza, arcilla), su proporción de diferentes elementos que hace que los suelos sean cálidos o fríos, ricos o pobres, equilibrados o carenciados. Es también su exposición en anfiteatro, en ladera y en pie de pendiente lo que convierte a estos pequeños lugares en sitios excepcionales.
En Angélus, el viñedo se sitúa en un anfiteatro natural sobre la pendiente y el pie de la pendiente sur de Saint-Emilion, que concentra las temperaturas cálidas en verano y aumenta la precocidad. La pendiente drena de manera natural el suelo. El reparto óptimo entre suelo calizo y arcilloso entre un 8 % y un 20 % permite un abastecimiento regular de agua y minerales. Los porta-injertos se adaptan al terruño y las variedades de uva se distribuyen en función de los suelos: merlots en la ladera (más arcillosa) y cabernets francs en importante proporción (46 % del encepamiento) en los suelos arenoso-arcillo-calcáreos del pie de la ladera.
Todas estas particularidades conforman el estilo de Angélus:
opulento, denso, untuoso, debido a la precocidad de su terruño, pero también elegante, con carácter, puro con mucha frescura.
Desde siempre en Angélus sentimos pasión por esta variedad, lo que explica su lugar destacado en nuestro viñedo. Aquí, el Cabernet Franc se beneficia de suelos cálidos (constituidos por el material de arrastre arenoso-calcáreo sobre arcillas) que se benefician naturalmente de un abastecimiento regular de agua. Los Cabernets Francs se expresan con plenitud 20 años después de ser plantados, pero los resultados más espectaculares se obtienen con viñas de 40 años de bajo rendimiento.
Son vinos que se revelan lentamente, pero también son los más interesantes y refinados. Su color se refuerza durante la crianza, los aromas mentolados y especiados impresionan por su elegancia y finura. Los taninos son densos pero sedosos, aportando las notas de frescura necesarias para lograr el equilibrio. El Cabernet Franc contribuye así al envejecimiento de los grandes vinos.
ha sido siempre nuestra principal preocupación, y se basa en la aplicación de las prácticas más innovadoras en el viñedo, la cosecha, la vinificación y la crianza. Desde este punto de vista, Angélus ocupa un lugar de vanguardia en el viñedo bordelés desde hace más de 30 años, hasta tal punto que muchos grandes vinos de la región imitan hoy sus prácticas.
Nuestro terruño es único, está situado en un biotopo preservado y recibe nuestros más atentos cuidados. La reflexión sobre la vida de los suelos y el equilibrio de los ecosistemas se encuentra en el centro de las preocupaciones de nuestros cualificados y eficientes equipos. De esta manera, sublimamos nuestro terruño y adaptamos nuestras variedades en un lugar único y preservado, haciendo que los vinos de Angélus destaquen por su equilibrio, elegancia y precisión.
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